Te levantas por la mañana con el tiempo justo para desayunar una tostada, un café, ducharte e irte al trabajo y de repente…. NO TIENES COMIDA Y EL FREGADERO LLENO DE COSAS SUCIAS entre las que están las dos sartenes que usas de plancha y en el frigorífico tienes dos hamburguesas de pollo cuya fecha de caducidad es hoy y claro te planteas dos cosas, comer fuera, opción que se limita a campero de pollo (para los de fuera de Málaga pollo con ensalada metido en una especie de pan de mollete pero mas grande) o cualquier menú de primero, segundo, postre y bebida de por lo menos 4000 calorías con lo que eliges las ligeras hamburguesas de pollo de la semana pasada en la que intentaste ponerte a dieta.
Te pones manos a la obra, friegas la sartén-plancha, te llenas de valor y friegas un par de platos que había, te sigues viendo con fuerzas y friegas hasta los tapers con esas esquinas aceitosas tan difícil de dejar perfectas, terminas de fregar y un escalofrío de satisfacción te cruza la espalda, piensas, bien he hecho lo correcto, como cuando te dan cambio de mas y honestamente lo devuelves, miras el reloj y el tiempo de desayunar ha desaparecido, el de ducharte se ha reducido a la mitad y todavía no tienes la comida.Pones la “plancha” mientras se chamuscan las hamburguesas sacas la tostada y le echas el aceite, mientras te bebes el café le das la vuelta para que se “doren” por el otro lado, pones la tele para ver los dibus de las 9.15 mientras apartas la sartén y te quitas la ropa. Abres el grifo del agua caliente y mientras se calienta terminas de quitarte todo y coges la ropa interior limpia.
9:25 a.m. terminas de secarte y la idea de ponerte hoy gomina se difumina de la mente, son 90 segundos muy preciados.
9:28 a.m. te acuerdas de 24H y Jack Bauer y te sientes identificado, mientras metes la comida en la fiambrera y buscas el calzado adecuado para un día lluvioso.
9.29 a.m. te sientas 10 segundos en el sofá mientas terminan los dibus, coges las llaves, la fiambrera, te pones el chaqueton y sales por la puerta.
9.30 te das cuenta de que se te olvida el movil, te acuerdas del mar y su color… marron, subes el ascensor, abre la puerta, coges el movil y ya por fin te metes en el coche
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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